Vivimos en una nueva era donde las industrias cierran o se van a otros países, donde las grandes empresas esclavizan a sus empleados con jornadas abusivas y sueldos mínimos, donde el sector servicios está deteriorándose a pasos agigantados y el auto-empleo es caro e inestable.
En los últimos veinte años todo ha cambiado demasiado rápido. Tal fenómeno evolutivo nos ha llevado a grandes niveles de consumismo, los valores del tejido laboral, cultural y social que antes imperaban han cambiado y, fruto de ello, la capitalización ha pasado ha ser la religión de la economía mundial. Todos estos hechos provocan una gran incertidumbre que afecta directamente al futuro de nuestras vidas y la de nuestros hijos.
Pero en esta nueva etapa de la historia del hombre se abren nuevas puertas que dan esperanza. Los avances de la ciencia y de la tecnología han creado la herramienta que nos está dando una mayor visión del mundo, posibilidades infinitas de negocio, comunicación y ocio, las cuales están ahora dentro de nuestra propia casa. Por supuesto, hablo de internet.
Pero no nos engañemos, esto acaba de empezar, nuestras vidas están en lo que podríamos definir como un periodo de transición, un cambio que acaba de empezar y que no todo el mundo entiende, respeta, conoce y sabe aprovechar.
Con todo esto quiero ir a parar a un simple hecho, el empleo esta en la red. Lo estará cada vez más, en proporciones que ni podemos explicar.
En los próximos lustros cada vez más gente normal se dedicará a profesiones que tendrán su puesto de trabajo y/o su escaparate únicamente en internet, y aquellos que entiendan esto primero, conseguirán antes que el resto el éxito en su vida.
Yo ya lo sé. Tú posiblemente también lo sepas, pero no lo estás aprovechando realmente.
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